Por lo
general, una enzima constituye un pequeño porcentaje de la fórmula general de
un detergente, pero es difícil exagerar su importancia. Cuando se optimizan en
el producto adecuado, las enzimas combinan estabilidad, eficacia y
sostenibilidad, una trifecta de retorno de la inversión para los formuladores.
Una enzima es una proteína que acelera las
reacciones químicas en los organismos vivos. Se les conoce como catalizadores
porque impulsan un cambio.
Como catalizadores, las enzimas pueden alterar
las reacciones químicas sin que se altere la propia enzima, lo que hace que la
enzima sea reutilizable. Una enzima puede catalizar reacciones repetidamente.
Hay varias categorías diferentes de enzimas,
cada una con su propia especialidad. Este artículo cubre cuatro tipos:
proteasa, amilasa, celulasa y mananasa.
Sangre,
sudor y lágrimas
La
discusión sobre las enzimas puede caer rápidamente en la jerga científica
esotérica. Afortunadamente, los detergentes presentan una gran oportunidad para
ilustrar el poder de la enzima.
Conozca la enzima proteasa. La enzima
proteasa es ideal para eliminar las manchas a base de proteínas, como la sangre
o el huevo. Es posible que se sorprenda al saber que la hierba también cuenta
como una mancha a base de proteínas, y ¡también el sudor humano!
La reacción
química que cataliza la enzima proteasa es la descomposición de la mancha en
sí. Ese colapso sucedería eventualmente por sí solo, al menos hasta cierto
punto, pero si no tiene décadas o siglos para esperar, una enzima proteasa
acelerará esa reacción química. Y puede hacerlo en el tiempo que se tarda la
lavadora con una carga de ropa.
Enzimas
en formulaciones de detergentes
Si cada
hogar incluyera un científico capacitado con acceso a ingredientes especiales,
podrían aprovechar la tecnología enzimática por su cuenta. (¿Carlitos derramó helado
en su camisa? ¡Deje que mamá o papá tomen la mananasa y su equipo de
laboratorio!)
Afortunadamente,
los proveedores de ingredientes han hecho que la tecnología enzimática sea
mucho más accesible mediante el desarrollo de productos basados en enzimas que
los formuladores pueden agregar a las formulaciones de detergentes. Las enzimas
mejoran el poder antimanchas del detergente, lo que hace que una marca favorita
sea aún más potente contra las manchas más rebeldes.
Nuevamente,
cada enzima tiene una especialidad. La proteasa, con su poder contra las
manchas comunes, es la más utilizada en las formulaciones de detergentes, pero
no es la única que vale la pena mencionar. La celulasa es ideal para combatir
las microfibrillas (pilling) que a menudo se forman en la tela de algodón. La
amilasa adquiere almidones. La mananasa puede descomponer una forma de azúcares
simples (ver el problema de Carlitos más arriba). No se requiere equipo de
laboratorio para el usuario final
Potente
sostenibilidad
La
eliminación eficaz de manchas es una razón convincente para incluir enzimas en
las formulaciones de detergentes, pero no es la única razón. Los formuladores
se sienten atraídos por la sostenibilidad y biodegradabilidad de las enzimas.
Se han desarrollado algunos productos a base de enzimas para garantizar el
máximo rendimiento incluso a temperaturas de lavado más bajas.
El mercado
ha cambiado drásticamente hacia opciones más sostenibles y respetuosas con el
medio ambiente y, sin embargo, los consumidores no quieren comprometer la
eficacia. Las enzimas son la solución perfecta, ya que ofrecen una combinación
convincente de sostenibilidad y rendimiento. Se han utilizado durante muchos
años (una investigación publicada en 1998 en
el Journal of Surfactants and Detergents anunció su utilidad), pero este
cambio de mercado, junto con el lanzamiento de nuevos productos que aprovechan
la última tecnología, ha puesto a las enzimas directamente en el centro de
atención.
Las enzimas
se han convertido en un componente central de los detergentes para ropa, un
elemento esperado en lugar de una ventaja. Y los formuladores más exitosos serán
aquellos que aprovechan los productos a base de enzimas que aprovechan al
máximo la sostenibilidad natural, la eficacia y la estabilidad de las enzimas
seleccionadas.
Un poco
rinde mucho
Como
mencionamos, los productos enzimáticos solo necesitan constituir un pequeño
porcentaje de una formulación, a menudo menos del 5%, para tener un gran
impacto. Dado que los consumidores ven cada vez más las enzimas como un
elemento esperado, es importante que los formuladores pasen de ver las enzimas como
una materia prima premium a verlas como un elemento imperdible de alto retorno
de la inversión.
Donde
mirar
Cuando
busque productos a base de enzimas para las formulaciones, busque aquellos con
un alto rendimiento demostrado tanto a temperaturas más altas como más bajas
para optimizar los beneficios centrales de la sostenibilidad y la eficacia. Si
el brillo y la protección del color son objetivos clave, asegúrese de que tenga
en cuenta la celulasa. La proteasa es una potencia para muchas aplicaciones,
pero es importante elegir una que sea tan estable como versátil.
BASF ofrece una serie de productos a base de enzimas sostenibles y de alto rendimiento, y está constantemente innovando nuevos productos. Los últimos son Lavergy Pro 114 LS, Lavergy C Bright 100 L y Lavergy Pro 106 LS.
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